miércoles, 3 de junio de 2015

Entre burbujas y patadas...


Mi querida hija:
 
Me lo habían dicho varias personas: "En serio, después de los 5 meses de embarazo, vas a empezar a sentir burbujitas en el vientre y después unas patadas".
 
Total que llevábamos 5 meses y medio juntas y yo no sentía nada. ¿Sabes? mamá es un poco insensible y tiene el umbral del dolor altísimo, así que no me daba mucha cuenta de lo que pasaba e incluso, ya me estaba preocupando.
 
Entonces, llegó el fin de semana. Después de mucho ajetreo y convivencia familiar, el domingo llegamos un poco tarde a casa, así que de inmediato me recosté y mientras yo acariciaba mi barriguita y por ende a ti, de repente sentí.
 
Eran unas olitas en mi pancita, apenas perceptibles. ¡Por fin! ¡Sentía las burbujitas! No cabía de la emoción porque te sentía muy viva en mi ser...
 
Pero la felicidad no terminaba ahí, pues ya me tenías preparada otra sorpresa.
 
Tres días después, en el trayecto del trabajo a nuestra casa , sentí un fuerte golpe en mi vientre que me sacó un "¡ouchhhh!". Interpreté que eso había sido tu primera patada. ¡Y que gran patada!, firme, fuerte y certera... justo como tú en mi vida.
 
Mientras te acariciaba, me reía y te decía "Nena, ya mero llegamos a casa a descansar, pero si pegas muy fuerte, mamá se puede desconcentrar al volante y no queremos que eso pase".
 
Justo había terminado de hablar cuando te quedaste quietecita hasta arribar a nuestro destino... ¡Así que me entendías! No cabía del asombro y de la emoción multiplicada.
 
A partir de entonces, te has manifestado de diversas formas curiosas: a través de las burbujas, las pataditas y un poco de pesadez.
 
Si, así como lo lees. Precisamente hace un par de noches, intentaba dormir del lado derecho, pero te moviste de tal forma que me sentía incómoda y obligada a voltearme del lado izquierdo. Parecía que me decías: "Mamá, ¿no ves que del lado izquierdo me llegan mejor el oxígeno y los nutrientes a mi cuerpecito? Además, de esté lado me gusta más, así que acomodémonos juntas".
 
Así que, como podrás darte cuenta, en muy muy poco tiempo, he sumado más aventuras juntas a nuestras vidas. Y sólo por eso te quiero dar las gracias.
 
Gracias por ser mi bebé y una vez más hacerme consciente de lo que significa ser dadora de vida. Gracias por manifestarte y hacerlo fuerte para que yo me dé cuenta que ahí estás y vives dentro de mí. Gracias por cada burbujita y cada patadita que me das, a veces, cuando más lo necesito. Cada movimiento que realizas me dice: "Mami, aquí estoy y te amo."
 
¿Sabes una cosa mi preciosa bebé? Yo te amo más, mucho más de lo que pudieras imaginar y cada día que pasa a tu lado me siento inmensamente feliz.

3 comentarios: