Recientemente mi hija cumplió tres meses de edad
cronológica y uno corregida (nació a la semana 31 y permaneció 50 días en la
Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales), así que al trabajar en el gobierno
federal de mi país (México), específicamente en un organismo descentralizado
que depende de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, también concluyeron
los tres meses de incapacidad por parto a los que las mujeres derechohabientes
del Instituto para la Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado (Issste) tenemos derecho.
Durante la presente administración, pareciera que
se ha dado muchísima importancia al tema de la lactancia materna y la no
discriminación, sin embargo, la realidad está muy alejada de los discursos
políticos.
En este post, me referiré a mi experiencia personal
en relación con esto. No significa que en todos lados sea así, pero es
sorprendente que en el lugar donde trabajo, considerado el año pasado, como uno
de los "mejores lugares para trabajar" ("best place to
work"), sea imposible desempeñarse simultáneamente como madre y como
profesionista, sobre todo si tu puesto es considerado "de confianza"
(algo que yo resumiría en no tener horarios y estar ahí cada vez que se
necesite). A lo anterior, habría que sumar que existe demasiada ignorancia de
los jefes y utilidades en relación con el denominado "permiso de
lactancia".
Específicamente, a mí me sucedió lo siguiente.
Primero, me dijeron que ya han tenido demasiadas concesiones conmigo, cuando
cada una de mis incapacidades de maternidad estan respaldadas y otorgadas
debidamente por el Issste. Me han señalado, que casi casi como un favor o una
concesión más, mi permiso de lactancia consistirá en salir de lunes a jueves a
las 6.30 de la tarde, porque salimos a las 8 pm (cabe destacar que el horario
es en realidad es de 9 am a a 7 pm de lunes a jueves y de 9 a 4 los viernes,
con una hora de comida, pero en México, al ser trabajador "de confianza"
eso no se respeta).
Eso por lo que corresponde al permiso de lactancia.
Ahora me referiré al cuidado de los hijos. Específicamente, y a pesar de que
dentro de la misma unidad administrativa donde trabajo, existe gente que llega
las 11 de la mañana o personas que toman de tres o cuatro horas de comida, en
mi caso, me han señalado que "le haga como pueda" con el cuidado de
mi hija, porque no puede haber diferencias (¿?) y el horario, me guste o no, es
de 9 am a 8 pm. Con estas condiciones, ¿de verdad este organismo descentralizado
es un "great place to work"?
Veamos. La guardería estatal cierra a las cuatro de
la tarde, lo cual implica que cualquier mujer que trabaja en el gobierno debe
utilizar su hora de comida para pasar por sus hijos y transportarlo a otro
lugar donde los cuiden por la tarde, e incluso una parte de la noche.
Por supuesto existe la opción de pagar una
guardería particular, ya sea durante la mañana o todo el día, sin embargo, el
costo oscila entre los 2 mil hasta 10 mil pesos y tienen un horario de siete de
la mañana a, cuando mucho, ocho de la noche. Por lo tanto, con un horario
laboral de nueve de la mañana a ocho de la noche, es imposible que alcances a
recoger a tu hijo antes de que cierren. Por otra parte, si dejas a tu hijo en
la guardería solamente durante la mañana, debes conseguir alguien que te lo
cuide en la tarde, pueden ser los abuelos o alguna nana cuyo costo oscila entre
los 4 mil y 5 mil pesos al mes media jornada (una nana que cuide a tu hijo
jornada completa, puede alcanzar el costo de hasta 12 mil pesos).
Las cosas se complican si tienes que pasar a la
hora de la comida por tu hijo a la guardería, hay mucho tránsito para
trasladarlo a otro lado (en la Ciudad de México siempre hay mucho tránsito), no
tienes un familiar o amigo que te lo cuide, o vives demasiado lejos de la
oficina.
Definitivamente, es un panorama difícil, razón por
la cual, muchas mujeres han optado por dejar de trabajar o volverse mujeres
emprendedoras, tratando de iniciar un negocio desde casa. En mi caso, soy una
persona que mantiene sola a su hija, por lo que enfrentarme a esta situación ha
sido muy decepcionante, doloroso y muy duro, pues después de ocho años de
trabajar en este lugar, me he topado con jefes misóginos y un ambiente completamente
discriminatorio.
Todo lo anterior, me ha llevado a pensar que no
vale la pena ganar mucho dinero (¿?) por ser "empleado de confianza"
y gastar más de la mitad de mi sueldo en guarderías y nanas, con la
consecuencia de perder momentos valiosos con mi hija. He pensado que quizás sea
mejor ganar menos, cumplir con un horario de ocho horas como establece la
legislación laboral y darle tiempo de calidad a mi bebé, ahorrándome, al menos,
el costo de la nana. Digamos que en ambos casos, económicamente hablando, cono
decimos en México, quedaría "tablas", pero con la ganancia de haber disfrutado
más de mi maternidad.
Al final, y después de ponerme en contacto con los
tribunales y la procuraduría laboral, quienes me han dicho que los trabajadores
de confianza del gobierno no tienen derechos y que "me aguante", he
decidido que quizá sea mejor conseguir otro trabajo. Me duele, me decepciona, y
me hace sentir muy mal que, a pesar de los esfuerzos que está haciendo la
presente administración, la conciliación de la vida familiar y laboral en
México sea completamente inexistente. Sé que para una mujer como yo que
mantiene sola a su hija, esta puede ser una decisión difícil y muchas veces
criticada, principalmente por quien no es madre. Sin embargo, estoy convencida
de que puedo conciliar ambas cosas, teniendo un trabajo en un horario mucho más
adecuado a mis necesidades y definitivamente voy en su búsqueda. Quiero
demostrarme a mi misma que se puede, a pesar de toda la problemática que existe
en mi país, principalmente representada por la discriminación e ignorancia en
relación con estos temas, porque estoy segura de que estoy haciendo lo correcto
y de que he tomado la mejor decisión de mi vida: ser madre.