viernes, 9 de octubre de 2015

Me enseñaste...



Tú me enseñaste... Me enseñaste tanto...

Me enseñaste que tú eres todo lo que a mí no me gustaría ser...

Me enseñaste que el dinero no es tan importante como la familia y que cada cumpleaños quiero pasarla al lado de las personas que amo y no sola en un hotel de cinco estrellas, solo porque estoy trabajando...

Me enseñaste que no es suficiente decir "te amo", si ese amor no va acompañado de acciones que lo demuestren...

Me enseñaste que las ausencias no pueden remediarse con chocolates, dulces, libros o regalos costosos...

Me enseñaste que cuando se ama demasiado, no es posible convertir el amor en amistad sin hacernos daño...

Me enseñaste que no vale la pena derramar ni una sola lágrima por una persona que juega con mi tiempo y con mis sentimientos...

Me enseñaste que en una relación, mentir y ocultar son igual de graves y traen las mismas consecuencias...

Pero sobre todo,

Me enseñaste que merezco ser amada de tiempo completo y no solo por temporadas...

Me enseñaste que soy una mujer sumamente valiosa que merece tener a alguien sólo para ella...

Me enseñaste quien soy y que es lo que quiero.

Y lo que quiero, definitivamente, no eres tú